La conservación de los máximos procesos productivos tradicionales es el aspecto diferenciador de nuestra empresa. Básicamente, el proceso no ha cambiando en nuestra fábrica desde los tiempos de José Gimeno Martínez. La técnica que se describe a continuación es aplicable tanto a las piezas de forma como a la fabricación de azulejos.
Las arcillas siguen siendo las características de nuestras tierras valencianas; ferruginosas. Hoy nos llegan ya preparadas y bajo los pertinentes controles técnicos de fábrica. Estas arcillas se modifican, ya en nuestra fábrica, para obtener los resultados y características acordes con el tipo de producto que necesitamos obtener.
Las técnicas utilizadas para la conformación de las piezas son:
- el torneado directo de la arcilla sobre la torneta, eléctrica o manual.
- el modelado manual directo sin ayuda de molde o con la ayuda del molde de escayola -técnica del apretón-
- el colage de molde de escayola, convirtiendo previamente, la arcilla en barbotina fluida.
Posteriormente a la conformación de la pieza y tras un periodo de secado en condiciones ambientales, las piezas pasan por primera vez por el horno para ser bizcochadas o cocidas a 1000ºC obteniendo así la “terracota” o “bizcocho”. Los hornos cerámicos actualmente utilizan como combustible el gas natural, limpio y cómodo, y que garantiza una homogeneidad en la atmósfera interior de la cámara de combustión.
Una vez bizcochada la pieza se procede a esmaltarla. Este proceso de realiza de forma manual, sumergiendo o bañando la pieza en el deposito que contiene el esmalte o barniz o bañando el azulejo por su cara adecuada.
Después de repasar las impurezas y fallos de esmalte, la pieza o azulejo ya se puede decorar. Para ello podemos recurrir a la ayuda del estarcido –papel perforado destinado a transportar el perfil de la decoración con carbón vegetal- o bien hacerlo de forma directa sobre la superficie de la la pieza cubierta de esmalte ya seco.
El proceso de decoración se realiza con la ayuda de pinceles de pelaje muy fino y delicado. Para la decoración se utilizan colorantes cerámicos obtenidos a partir de óxidos de diferentes metales. Los diferentes tonos de colores se obtienen en nuestra fábrica a partir de los colores u óxidos primarios suministrados por nuestros proveedores y que cumplen con la estricta normativa respecto a la salud laboral.
Una vez decorada la pieza ya puede pasar al horno para someterse a la segunda cocción de 980 a 1000ºC. En el interior del horno se funde la superficie esmaltada junto con la decoración obteniéndose el acabado cristalino característico de nuestra cerámica.
Hay dos grandes épocas de esplendor productivo en la cerámica valenciana; la primera, la que reúne toda la producción de estilo gótico-mudejar que se extiende entre los siglos XIV y XV y la segunda la comprendida entre los siglos finales del siglo XVII y principios del siglo XIX en donde se extiende y predomina el estilo barroco con un marcado carácter popular. Para explicar los procesos productivos vamos a separar estos dos grandes grupos.